Durante la primavera de 1996, Pokémon tenia un auge medianamente grande entre la población infantil japonesa, los juegos llevaban ya unos meses en venta y los jugadores más comprometidos, tenían su dex completa y en su mayoría, se dedicaban a exprimir su partida una y otra vez. Era cuestión de tiempo a que se encontraran con diversos glitches causados adrede (debido a las largas jornadas de juego seguidas) o por simples y curiosos accidentes. Ningún juego estaba a salvo de eso, pero pronto uno en particular causaría todo tipo de rumores y el descubrimiento de algo que incluso en la actualidad, genera un debate sobre que tan legal son las colecciones de muchos.